LEYES DE NEWTON
son tres principios a partir de los cuales se explican una gran parte de los problemas planteados en mecánica clásica, en particular aquellos relativos al movimiento de los cuerpos
LEYES DE NETWON EN LA MEDICINA
MÚSCULOS Y TENDONES
Las Leyes de Newton se pueden usar para estudiar las fuerzas en los músculos y huesos. Un músculo está pegado a, por lo menos, dos huesos mediante tendones: por ejemplo, en el brazo, el biceps está conectado al triceps mediante un tendón. En una coyuntura, dos ó más huesos está conectados flexiblemente: por ejemplo, el codo, la rodilla y la cadera. Un halado es ejercido por un músculo cuando las fibras se contraen bajo la estimulación de un nervio. El esqueleto humano es un artefacto muy sofisticado que transmite fuerzas hacia y desde varias partes del cuerpo. Son los músculos los que mueven las partes del esqueleto y generan las fuerzas que usan energía química y eventualmente realizan trabajo.
Los músculos generan fuerzas al contraerse después de haber sido estimulados eléctricamente. Los tendones experimentan una tensión neta después de una serie de estas contracciones estimuladas eléctricamente. La función importante de los tendones es conectar los músculos a las extremidades y los músculos tratan de acortar la distancia entre los puntos de contacto de estos tendones pero no los puede separar. Esto significa que se necesita un par de músculos para operar una extremidad: por ejemplo, cuando se dobla la rodilla, los “hamstring muscles” se acorta y para enderezarla, los “quadriceps muscles” son los que se acortan.
Otros tipos de músculos llamados esfínteres pueden unirse y formar un estrechamiento de una abertura cuando se contraen: por ejemplo, el esfínter en el esófago bajo y otro en el ojo.
Varios músculos actúan simultáneamente en el hombro para producir la fuerza total ejercida sobre el brazo.
Cuando una persona está parada interacciona directamente con el piso y ejerce sobre el mismo una fuerza igual a su peso. De acuerdo a la Tercera Ley de Newton, el piso ejerce una fuerza hacia arriba sobre la persona igual en magnitud a su propio peso.
En el ámbito de la medicina y especialmente en traumatología, la segunda ley de Newton puede llegar a ser muy útil para conocer las fuerzas a las que sometemos a nuestros huesos. Por ejemplo, cuando recibimos un golpe en un hueso, éste es sometido a una aceleración, que es consecuencia directa de la fuerza del golpe. Si dicha fuerza supera un determinado valor, el hueso podría fracturarse. En este caso, medimos la aceleración del hueso durante el golpe y luego calculamos la fuerza que la provoca mediante la segunda ley de Newton para ver lo cerca que hemos estado de la fractura.
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